Hoy os traigo éste otro mandala para potenciar la afectividad. Representa la belleza, la llama que arde en nuestro corazón, significa infinito perfección ya que el momento es circular. Representa los ciclos de la vida, la unidad, el todo, la protección, la defensa y el límite en nuestro yo interno y el mundo exterior. Es muy útil para conciliar nuestro espíritu cuando se encuentra atormentado por la indecisión.
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